Muchos habréis notado que no me he despedido por la redes sociales apenas. Podría reconocer que fue por falta de tiempo pero prefiero inventarme una escusa. Y esa escusa es que no se puede considerar una despedida si seguimos en contacto así que aquí tenéis algunas de mis aventuras por la tierra de Nottingham.
Aviso para navegantes. La entrada es LARGA. No os preocupéis, seré más clemente la próxima vez.
Tengo que reconocer que no sabía gran cosa de estas tierras. Una breve visita con mis padres ayudo a fijar un poco el contexto pero la cosa sigue estando borrosa para mi y supongo que para vosotros. Así que he incluido un par de detalles para que sepáis como es Nottingham.
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Estos no son mis compañeros de piso |
Lo primero es que Hollywood nos ha vuelto ha engañar. Los habitantes de Nottingham que he conocido hasta el momento no son zorros o osos.
Lo segundo es que Nottingham es una ciudad grande pero muy universitaria. Las universidades en Reino Unido viven de cobrar unos grandes precios a los britanicos y unos brutales precios a los asiaticos. Esto se nota con unas calles bastante llenas de gente joven y unas tiendas bastante llenas de comida rápida y take-aways variados muchísimos de ellos poblados por estudiantes asiáticos.
Odisea
Los que me conocieron esas horas saben que los preparativos de las maletas fueron ligeramente caóticos. Coincidió con mi descubrimiento de que los ingleses son más raspas de lo que pensaba. Descubrí que en mi casa no tenía platos, vasos o cubiertos (a beber el cafe con las manos...) y que en mi cuarto no tenía manta, ni almohada. Pero lo más raro era que no tenían ningún tipo de olla (eso no se rompe tanto no?) y sobre todo, que no tenían bandejas del horno (pero eso no viene con el horno?). Así que montar la maleta se convirtió en una odisea sobre como meter todo lo que tenía que meter.
Descubrí que había un truco. Easy jet te pesa la maleta y solo admite 20 kilogramos. Por otro lado el equipaje de mano no tiene limite de peso pero si de dimensiones. Así que decidí organizar mis objetos a llevar en dos categorías. La primera: Los objetos densos, con pinta de inofensivos, no metálicos y no liquidos. La segunda, los ligeros pero muy muy grandes.
Así que finalmente acabé con una maleta enorme que pesaba 20,5 Kg. Una segunda pequeña maleta, de como una quinta parte que la otra que pesaba unos 20Kg y se estaba aproximando a una singularidad. Y por último un tercer montón de cosas que iba a necesitar pero no cabía de ninguna forma. Al final y con dos horas de sueño por delante para reponerme decidí dejar el tercer montón al que consideraré heroe caido en batalla y darme el lujo de descansar un poquillo.
Tengo que admitir que mi llegada a Nottingham fue algo caótica. El vuelo fue tan accidentado como de costumbre. Tuvimos un retraso de una hora, se dieron cuenta de que tenían que facturar equipaje de mano porque no cabía (en serio, a quien se le ocurre poner un espacio de manos insuficiente en los aviones, el avión no cambia todos los días no?). Como compensación me pidieron que esperara en la cola preferente para dejar la maleta. Eso me impidio charlan con Alvaro (el compañero de la UAM que también viene por aquí) y me permitio entablar conversación con unas monjas españolas que daban clase a niños en Inglaterra. Antes de que os sorprendáis de que hablaran ingles, no lo hacían. Así que aun sigo preguntandome como son capaces de entender a los niños y a los padres...
A pesar del retraso y de que la estación de tren de Luton Aeropuerto no esta ni en el aeropuerto ni en Luton (tienes que coger un bus para llegar allí...) milagrosamente cogi el tren que previsoramente había cogido con mucho margen de tiempo. Bien por mi. Ahí tuve la suerte de disfrutar de mi billete de tren de primera clase (más barato que los de clase turista, no preguntéis porque). Con el cansancio que llevaba casi lloro cuando un amable camarero me ofreció te o café by-the-face. Por supuesto pedí te para camuflarme como ingles y no suscitar preguntas. Algo de las atmosfera first-class con whisky on the rocks se perdió cuendo unos españoles en mi misma situación se pusieron a hablar de como pintar miniaturas y dioramas a mi lado.
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Yo en una parada |
Cuando llegue a Nottingham tuve una brillante idea. Por algún motivo no vi ningún taxi y pensé que no sería ningún problema ir paseando. El caso es que cuando miré como era Nottingham no consideré las curvas de nivel. Ese sitio tiene unas cuestas majísimas que hacen honor a su nombre llevando dos maletas, una de ellas luchando por explotar y ser libre, cuestan mucho. Cuando llegue al centro busque la linea de autobus que necesitaba. Allí tenían un mapa de estos topológico (es decir, sin ninguna relación con la realidad) bastante chulo y con colores que explicaba como iban los buses. Lamentablemente había optado por usar un centro gordo como "centro de la ciudad" así que no había forma de saber donde estaba la parada. Esperanzado decidí dar unas vueltas por la zona. Después de un rato y ya más desesperanzado pense que la solución por fuerza bruta estaba dejandome con agujetas y opte por una solución más elegante. Y use el objeto más denso y absurdo que había llevado, ¡el mapa de carreteras!. Si señores, cuando visite inglaterra con mis padres compramos un mapa de carreteras que incluía mapas del centro de algunas ciudades tamaño sello y que por algún extraño motivo había traído. Así que volví a una parada de autobus conocida pero sin las lineas que necesitaba, saque el mapa de la maleta pequeña, rece por tener fuerza para cerrarla otra vez, me senté en la grande y comence a meditar. ¿Habeís visto la escena de Minority Report cuando controla las imagenes de los videntes? Nada comparado con lo que la gente que esperaba en el autobus vió. Yo no paraba de saltar intentando adivinar donde cojones iban las calles que salian del mapa tamaño sello del centro de Nottingham, miraba el mapa de carretaras viendo pueblos cercanos y las carreteras cercanas y mirando el mapa de autobuses. Y sorprendentemente funcionó. Decidí que el autobús tendría que pasar por una de dos calles del centro, probablemente una en concreto. ¡Y acerté!
Mi victoria se vió algo rota porque después de esperar al bus no tenía el importe exacto del billete. Y os explico. Allí los autobuseros no tienen cambio sino una especie de sumidero donde las victimas arrojan el importe exacto, más dinero en forma de donativo, billetes si no queda más remedio y juraría que relojes de oro, cadenas y escrituras de la casa si la necesidad es suficiente. Como yo no quería perder mis valiosos pounds tuve que esperar hasta el siguiente y encontrar cambio cerca. Afortunadamente una tienda de alimentación regentada por un indio que llevaba un gorro de estos enrollados con una gasa del doble de tamaño que su cabeza estaba abierta. Conseguí el cambio.
Y por algún motivo el autobus estaba petado y la maleta consiguió colapsar completamente el sistema. Me toco esperar pacientemente en el pasillo con las dos maletas bloqueandolo todo. Cada vez que alguién tenía que salir o entrar del autobus (y fue mucha gente) tenía que, o bien le ayudaba a saltar por la maleta amarilla erguida (invito a mis visitantes a verla) o bien yo tenía que levantarla en volandas y la persona tenía que pasar agachada a mi lado. El resultado es que estoy seguro que la sanidad inglesa habrá notado un pico en las medidas de forma fisica de los viajeros de ese autobus. Cuando llegue a la residencia estaba completamente agotado. Afortunadamente la recepción que tenía que usar (porque no tenía mi número de habitación) "solo" estaba en una primera planta y apenas me dolió subir con las maletas. Afortunadamente me hicieron todo en el momento y obtuve mi llave, mi welcoming pack y una palmadita en la espalda (la palmadita en la espalda me la dieron, de verdad!).
Además entendí porque no tenía nada la habitación. No es porque pensarán que no lo fueras a necesitar. Era porque preferían vendértelo mucho más caro de lo que valía en la recepción. Yo no lo compré y fue una suerte porque parece ser que la mayoría de lo que compraron era de una calidad bastante mala.
Con eso llegue a mi piso. La perspectiva fue realmente grandiosa. Me parecio como una catedral. Todo grande y prácticamente vació. Logré llegar a mi habitación y conocía a mi primer compañero, Jake. Jake es un gran britanico, con pinta de británico de primer año. Se mostró extremadamente amable conmigo lo cual era un poco doloroso porque yo solo quería entrar en mi cuarto y descansar de una vez. Al final descubrí que estudiaba Fisica con Astronomía y efectivamente era su primer año.
La habitación estaba estupendamente salvo el tema de estar vacía. Ahí estudie mi welcoming pack y descubrí que era material promocional de diversas marcas. Pero la verdad es que extraordinariamente útil. Tenía postits (los he usado ya cientos de veces), champu, una bolsa de patatas fritas que duró un suspiro y un chicle que estoy guardando para las vacas flacas. Cuando reposé un poquillo salí a la cocina y conocí a más gente de mi cuarto. A Iuki (no se como se escribirá, se lee más o menos así) una chica coreana que vive en japon y que estudia relaciones internacionales. A Jamie, un ingles algo más mayor que piensa estudiar informática, a Marilyn, una chica francesa que ha venido de Erasmus a estudiar ingles y Eva, una chica de Jaen que ha venido a terminar su Ingeniería en Montes.
Y con eso decidí salir a comprar. Lamentablemente aquí cierran las cosas antes y aunque Lydl tiene un horario bastante flexible solo pude comprar algo de pan de molde, jamon york y queso. Esa fue mi comida con retraso, mi cena y mi desayuno el día siguiente.
Cuando llegue al piso Jamie y Jake había establecido relaciones con la gente del piso de al lado y varios más y me dijeron que había fiesta en el bar de la residencia. Así que después de una ducha y cambiarme de ropa me pase por allí y me tomé unas cervezas con ellas y aproveche para socializar. Cuando el evento termino me invitaron a un piso que se a terminado convirtiendo en un nexo social por derecho propio. Una chica inglesa junto a su compañera de piso ha instaurado su piso como "el after" para cuando se acabe la fiesta. No se lo que opinarán sus otros compañeros. Pero ella parece saber que no les importa porque ha puesto unos altavoces en el salón a los que conecta su iPhone y pone la música a toda pastilla.
Así que al final después de 24 horas despierto me fuí a dormir. Dormí dentro de la funda de nordico que había traido porque no tenía manta ni ningún tipo de sabana bajera pero poco importo después de dos días con completos con solo dos horas de sueño.
¿Buen comienzo para el Erasmus no?